Nombre: La Trinidad
Autor: Ribera
Estilo: Barroco
Aparece la imagen de un Dios padre sobre un fondo dorado recogiendo entre sus brazos a Jesucristo que acaba de morir en la cruz portando todavía algunos elementos de la Pasión, entre ellos se sitúa la paloma del Espíritu Santo. La escena se completa con una serie de querubines que rodean el cuerpo de Cristo.
ANÀLISIS ICONOGRAFICA DE LA OBRA
La obra por tanto viene dada por la figura de un Padre representado como figura paternal mayor y de barba blanca (conforme a la tradición cristiana) a quien se le ha sustituido la tiara de la obra de Durero por una aureola triangular (símbolo trinitario por excelencia), La figura de un Hijo muerto que es recogido por el Padre tras la Pasión, de la que se pueden observar una serie de elementos en el cuadro como la Corona de espinas, la Sábana santa o sudario en donde fue envuelto Cristo, o las heridas producidas por la tortura a la que fue sometido. Junto a ellos se situará la paloma, símbolo del espíritu desde el Arte Paleocristiano. Y todos a su vez serán rodeados por un coro de querubines que se dedicarán como es la función para la que fueron creados, a alabar la escena divina (en esto se diferencia de la obra de Durero que al plasmar ángeles en vez de querubines éstos tendrán la función de portar los elementos de la Pasión).
Esta tipología responde a un grupo en donde a modo de una “Pietat” el Padre revestido con una capa roja (símbolo de la Pasión que acaba de sufrir su Hijo) recoge el cuerpo inerte de Cristo. Las fuentes literarias estarían por un lado en la Biblia, tanto en la asunción de este altruismo por parte del Padre: “...Quiso Yavé quebrantarle con padecimientos ofreciendo su vida en sacrificio por el pecado...”, como en el ofrecimiento que de su muerte realiza Jesús al Padre Eterno: “...En tus manos entrego mi Espíritu...”.
SIGNIFICACION ICONOLOGÌCA DEL CUADRO
No es extraño encontrarnos con este tipo de cuadro dogmático el cual por medio de la imagen “enseña” a un público iletrado uno de los pilares de la teología dogmática, circunstancia ya señalada en las últimas sesiones del Concilio de Trento. Pese a ello es un tipo de Trinidad muy raramente representado al no ser del todo aceptado por la Iglesia, ya que se piensa que la composición podría inducir a error al tratar de ver en el sufrimiento del Padre unos sentimientos que no son propios de su Divinidad, no obstante nunca se dio una condena específica a este modelo tal y como ocurrió con otros tipos iconográficos.
Otra de las significaciones que extraemos de la obra es el sentimiento que la escena trasmite, escena encaminada más hacia despertar sentimientos de compasión, esto es, lo que en palabras de Maravall sería más a conmover que ha convencer de ahí el dramatismo y efectismo de la composición.
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